Las alfombras de fibra natural mejoran las características del aire de la zona de la casa en que se colocan, ya que absorben el exceso de humedad y lo restituyen cuando el ambiente es seco, consiguen gran aislamiento, y evitan que se acumulen cargas electrostáticas, pero, en el caso de las de lana, tienen el gran inconveniente de que hay muchos usuarios que son alérgicos a ella.
LANA
Es la fibra más valorada en la fabricación de alfombras, pues son las que mejor resultado han dado. Aportan confort, suavidad y placer para la vista y el tacto. Son aislantes acústicos y del frío y del calor, por lo que se deben utilizar todo el año, ya que suponen un ahorro en el consumo de energía. Las alfombras de lana son más longevas, pues tienen gran elasticidad, recuperando su forma original después de ser aplastadas por cualquier elemento y conservan mejor su colorido porque absorben las tintadas en mayor profundidad. La estructura de las fibras de lana impide que la suciedad penetre profundamente en sus alfombras o moquetas lo que facilita su limpieza con una aspiradora o un simple cepillado, reducindo un 80% las partículas de polvo suspendidas en el aire.
Dentro de la lana también hay diferentes calidades, las podemos encontrar de lana afgana, de lana de Nueva Zelanda.
Podemos encontrar dos tipos de alfombras de lana: confeccionadas a mano, o con máquina. Las confeccionadas a mano son auténticas obras de arte y son las más caras que hay en el mercado; tienen su origen en la Antigua Persia. Las confeccionadas a máquina son más tradicionales de Europa y desde el plano utilitarista, son las mejores.
Las alfombras de lana, tanto confeccionadas a mano o a máquina, son de más calidad y más caras que las sintéticas; son de muy buena limpieza, aunque los primeros meses suelta una pelusa que puede llegar a ser molesta si no se limpia casi a diario.
BAMBÚ
Es ecológico, no requiere de pesticidas ni fertilizantes y es biodegradable al 100%, y vuelve a crecer muy rápidamente tras ser podado. Las alfombras de bambú son resistentes a los rayos UV, son resistentes y fáciles de limpiar.
YUTE Y SISAL
Dan un aspecto natural al diseño y la estancia donde se coloca. Son de colores naturales, beige y marrón en las de yute tienden y cremas o hueso en las de sisal.
Son bastante duraderas, pero las alfombras de yute, no resisten bien las áreas muy transitadas mientras que las de sisal son una mejor opción para estas zonas. No son son resistentes al daño del agua.
Las alfombras de yute son biodregradables y un recurso renovable. Las de sisal son anti-estáticas, resistentes al fuego y también absorben el sonido.
Son opciones bastante económicas, aunque las alfombras de yute son menos costosas que las de gran calidad de sisal, que tienen más vida.
Necesitan un cuidado mínimo y requieren una limpieza leve o sacudida, ya que no absorben la suciedad.